domingo, 19 de abril de 2015

NOCHES DE LUNA LLENA


             Dudo que haya en la ciudad, ni en el país, un lugar más mítico, un espacio más emblemático que él. Lo es así desde el año 1931, cuando el boxeador José Lectoure se hizo con un pedazo de tierra costera, sin apenas valor, para poder llevar allí, cada miércoles y sábados, las peleas de boxeo que tanto ansiaba el campeón argentino. Aún se pueden ver colgadas de las paredes de la pizzería Banchero, entre Corrientes y Talcahuabo, los recortes de prensa que narran sus hazañas deportivas.

            Al año siguiente Lectoure, y su socio Ismael Pace, haría que se levantaran las primeras gradas del que se conocería a partir de ese momento como Stadium Luna Park. Poco después se haría cargo de él Tito, el tío del boxeador. Cuando se inauguró, sus dueños rezaban para que no lloviera en mitad del combate, pues el recinto no contaba con techo. Las imágenes del original Luna Park, al modo de una cancha de fútbol, son realmente llamativa, al menos para los que siempre la hemos conocido con cubierta. Como se encuentra ahora, en su estado actual. 

            Se cubriría en 1934, y desde entonces ya sería un símbolo de la ciudad, convirtiéndose en el punto de referencia de la música y el deporte argentino, además de un punto ineludible al recorrer la eterna avenida Corrientes. Uno de los primeros actos multitudinario que albergó estuvo muy lejos de ser un acto artístico o una odisea deportiva, pues en el año 1938, cuando la Alemania nazi invadió Polonia, más de quince mil personas se juntaron en el interior del estadio cubierto para celebrarlo, rodeados de enormes banderas decoradas con esvásticas y simbología del III Reich. 
            Por suerte estos momentos demenciales fueron los menos, y el espacio ha pasado a los anales de la historia argentina, y mundial, por cosas mucho más agradables. Por sus tablas han pasado personajes como Frank Sinatra, Juan Pablo II, Ricardo Arjona, Liza Minelli, los Divididos, Anibal Troilo, Osvaldo Plugliase, Andrés Calamaro, Tequila, o Serrat y Sabina que grabaron allí sus últimos discos en directo. Uno de los mayores hitos fue el concierto despedida de Sui Generis, el primer grupo de Charly Rodríguez que fue fundado junto a sus compañeros de instituto, con los que coincidió en Caballito. Su barrio. Un grupo que tuvo que ampliar su última despedida en varias ocasiones, vendiendo más de 25.000 localidades de Luna Park.


Stadium Luna Park en los años 1932 y 1933.

Pero si por algo es recordado el viejo Luna Park, sobre todo entre los más viejos del lugar, es por haber sido escenario de los grandes combates de boxeo de la historia argenta. Y aunque cada vez en menor número, aún hoy sigue acogiéndolos. Allí se han podido disfrutar los puños de Monzón, Gatica, Locche, Omar Narváez o Acavallo.
También en Luna Park se ha llorado. En él se velaron por última vez los cuerpos de Ringo Bonavena, Julio Sosa, y sobretodo el de Carlos Gardel. Que después de ser velado en Estados Unidos y Colombia, tras el accidente aéreo que le costó la vida en 1935, fue despedido en Luna Park por toda la ciudad. El local, a pesar de todo; de las reuniones políticas, musicales o deportivas siempre ha llenado sus localidades. En la parte baja de Corrientes, la Luna siempre es llena. Todas las noches.

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