martes, 25 de agosto de 2015

LA CASA AMARILLA



             El predio está sobre la avenida almirante Brown, en el principio de La Boca, aunque está en ese punto en el que no se sabe si uno camina por La Boca, San Telmo, Constitución o Barracas. A un paso del parque Lezama, y prácticamente oculto desde la avenida por los puestos del mercado que ocupan toda la vereda, aparece un campo verde rematado por un palacio amarillo, una casa de época, perfectamente conservada y llamativa, entre la gran cantidad de construcciones que se acumulan unas sobre otras a si alrededor.

            En 1812, el almirante irlandés Guillermo Brown, uno de los que a la postre pasarían a la historia argentina como uno de los principales militares del siglo XIX, compró un predio al sur de Buenos Aires para instalar allí a su familia. El lugar amplio, pronto sería conocido en todo el barrio como la casa amarilla, y así pasaría a la historia.  

            Durante su dilatada existencia el predio de la casa amarilla ha ido cambiando de dueños y de uso. Por ella pasó uno de los primeros ferrocarriles que unía la estación central situada junto a la Casa Rosada con la Ensenada de Barragán, ese tramo después desaparecería para acabar en la actual Plaza Constitución, pero el lugar no dejó de utilizarse para amontonar los contenedores de mercaderías. También la compañía Shell lo utilizaría para montar allí varios de sus surtidores de combustible, e incluso una parte fue cedida al equipo del barrio; Boca Juniors. Incluso fue lugar de mercado de patatas y cebollas.


            En los años ochenta del siglo veinte, el lugar sirvió para levantar distintos bloques de viviendas para familias pobres, el predio cambió de manos, y esta vez, ya siendo propiedad del gobierno de la ciudad de Buenos Aires, y utilizando una gran parte para levantar construcciones útiles para la ciudad, como viviendas y un hospital, decidieron recuperar el centro del predio, el que da a la avenida almirante Brown, para rendir homenaje al militar que le da nombre a la calle, y que fue el primer dueño del lugar. En 1983, para la celebración del doscientos seis aniversario del nacimiento del héroe militar, se decidió construir una réplica de la casa levantada por Brown para dar cobijo a su familia. Hoy se puede visitar como homenaje a aquel hombre, y a una de las principales épocas de la historia del país. 

No hay comentarios:

Publicar un comentario